Hoy en día muchas las parejas tienen dificultad para conseguir ese ansiado embarazo a pesar que la medicina haya descartado cualquier anomalía física en los futuros padres. En este sentido, suele hablarse mucho del retraso en la edad en la que la pareja se plantea ir a buscar el primer hijo sin embargo, apenas se tiene en cuenta otro fenómeno que nos encontramos frecuentemente en la consulta y que son los bloqueos energéticos formados en la infancia debido, principalmente, a impactos emocionales negativos relacionados con la convivencia en el seno familiar.

Para entender mejor este fenómeno del bloqueo energético hay que tener en cuenta, en primer lugar que, tal como indica la medicina holística, la persona está formada por cuatro cuerpos, a saber, el cuerpo físico, el energético, el emocional y el mental, cada uno de los cuales desempeña una función específica. Cuando todos los cuerpos cumplen con su misión, el individuo disfruta de plena salud pero si uno de ellos está afectado habrá repercusiones en los otros tres y, a la postre, la persona se verá afectada en algún aspecto de su vida.

El cuerpo energético es el encargado de la nutrición así que, a través de la alimentación, del aire y del sol, es el responsable de distribuir la energía a todas las partes del cuerpo físico a través de los meridianos, y claro, también al resto de cuerpos, que también necesitan nutrirse. Cuando sufrimos un impacto emocional que no somos capaces de liberar, la energía de este impacto se estanca y acaba transformándose en materia que llega a obstruir estos meridiano por los que se distribuye la energía a los diversos cuerpos. La energía no circula correctamente y eso origina enfermedades de diversa índole. Puedes ampliar esta información sobre el mecanismo de los bloqueos energéticos en: Bloqueos Energéticos, la causa principal de nuestras dolencias.

En los casos de bloqueos de raíz familiar y también de los bloqueos específicamente paternos o maternos –derivados del poco o mal entendimiento con alguno de los progenitores–, nos encontramos con que los efectos físicos se manifiestan en la persona en la zona del medio vientre, en la zona inguinal derecha y en la zona inguinal izquierda, respectivamente.

En la mujer, eso se traduce en afectaciones de la matriz, los ovarios, las trompas de Falopio, en general, esto deriva en un sistema reproductor debilitado que impidiendo el embarazo. Por ejemplo, si el bloqueo se produjo en la adolescencia, la zona que suele debilitarse es la del útero y por ese motivo muchas mujeres sufren un aborto entre el segundo y el tercer mes del embarazo; su útero no tiene suficiente fuerza como para albergar/sujetar el embrión. En el caso del hombre, los problemas en el sistema reproductor tienen consecuencias en la cantidad y la calidad del esperma (menos cantidad de espermatozoides, o más débiles, más lentos). Y tanto en ella como en él, muy menudo, estos bloqueos acaban convirtiéndose en trastornos emocionales y afectivos.

2054087910_bf4e54316d_b_01

Actualmente es muy frecuente además, encontrarnos con que alguno de los dos miembros de la pareja pasó por la separación de sus padres y que esta situación agravara los bloqueos de raíz directamente familiar. Recordemos que principios de los ochenta tuvieron lugar muchas separaciones –la Ley del Divorcio es de 1981– y los hijos de esas primeras parejas separadas vivieron este proceso de manera traumática y claro, muchos de ellos son los jóvenes que ahora se plantean tener su primer bebé. En este grupo de personas fácilmente convergen los tres factores: bloqueo materno, bloqueo paterno y, por supuesto, debido a toda esa ola de primeros divorcios y separaciones, un claro bloqueo de raíz familiar. Probablemente esta casuística dejará de ser tan habitual en un futuro –las separaciones son ahora un hecho mucho más normalizado–, los niños de hoy no sufren ese disgusto con la misma intensidad pero de momento, muchos de los que ahora se plantean ser padres (partir de los treinta y tantos), desafortunadamente pertenecen a este grupo.

Y por último y a modo de apéndice, quisiera también hablar de otro fenómeno que nos encontramos a menudo en las consultas: las consecuencias de los anticonceptivos que, después de muchos años de tomarlos, acaban por saturar al cuerpo de la mujer y su parte hormonal se ralentiza sobremanera. Y éste factor también deberá tenerse en cuenta cuando las parejas decidan tener un bebé.

Griselda Vidiella

Photo: Best sculpture I have ever seen! by Ү on Flickr under Attribution License 4
Photo: Beautifully Pregnant by emerille on Flickr under Attribution-ShareAlike License 5

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *