La medicina holística, a diferencia de la más ortodoxa, entiende a la persona como una gran unidad formada no sólo por el cuerpo físico sino también por el cuerpo energético, el cuerpo emocional y el cuerpo mental: todos ellos estrecha e íntimamente relacionados.
Nuestro cuerpo energético básicamente obtiene la energía a través de varias fuentes: la alimentación, el aire (que absorben los chakras) y el sol (que absorben los chakras y la piel). Esta energía que absorbemos –y que se distribuye hacia todas las partes del cuerpo a través del conjunto de meridianos y nadis–, nos permite, por un lado realizar las acciones, bien sean física, emocionales o mentales y por otro, es la encargada de que las células puedan reproducirse correctamente. Cuando esa energía llega bien a todo nuestro cuerpo, cuando fluye sin obstáculos, decimos entonces que disfrutamos de plena salud pero, no siempre suele ser así ya que, si ha habido algún impacto emocional negativo (conflicto, disgusto …), cuando éste último no se libera el momento (hablando, gritando, llorando… ), su energía se queda atascada y acaba convirtiéndose en materia que puede llegar a obstruir los meridianos. Cuando esto sucede nos encontramos con un bloqueo energético. Read more