Cada vez hay nos encontramos con más evidencias de que la mayoría de patologías psíquicas y físicas de la persona tienen como causa común un impacto emocional negativo no resuelto. Y de hecho, la Medicina Holística siempre lo ha creído así.
Para empezar, esta disciplina contempla que del ser humano tiene cuatro cuerpos (el físico, el mental, el emocional y el energético) en vez de sólo tener en cuenta el cuerpo físico. De este modo, comparar el cuerpo humano con la imagen de las muñecas rusas es muy ilustrativo para que entendamos como los cuerpos coexisten en un mismo espacio, están interrelacionados entre sí y que el cuerpo energético –el más desconocido de los cuatro– envuelve a todos los demás.
Ya he comentado alguna vez en este espacio, como el cuerpo energético se nutre a través de tres vías distintas: los alimentos, el aire y el sol, y cómo esta energía se distribuye por todos estos cuerpos a través de los meridianos energéticos que los recorren completamente. Esta energía que el sistema de meridianos distribuye, entre otras funciones, desempeña dos tareas básicas: nos permite realizar acciones físicas y mentales, y también permite que las células de nuestro cuerpo físico puedan reproducirse correctamente, es decir, sostiene la regeneración celular.
Cuando esta energía que capta el cuerpo energético llega a todas partes, todos nuestros sistemas funcionan a la perfección sin embargo, si la persona experimenta un impacto emocional negativo (un disgusto, una discusión, un conflicto, una pérdida, etc.) que no puede procesar y/o liberar inmediatamente, entonces la energía que circula por el conjunto de meridianos queda estancada y se torna más densa, obstruyendo así estos canales de distribución. Esta situación es lo que denominamos un bloqueo energético que, tarde o temprano, acabará provocando trastornos físicos, emocionales cuando no, en el peor de los casos, incluso mentales.
Es decir, el verdadero origen, la causa real, de lo que denominamos enfermedad, no es una disfunción en nuestro cuerpo físico (o mental) sino un mal funcionamiento del sistema de distribución energética debido a un impacto emocional mal resuelto; éste último sí es la causa real de la enfermedad… y el deterioro físico es su consecuencia.
Fisiología de un bloqueo energético
A nivel físico, un bloqueo energético genera presión física alrededor de los órganos más próximos al lugar donde se estanca la energía y, asimismo, el bloqueo también absorbe de esos órganos la energía que de manera natural les pertenece para su funcionamiento. En un primer estadio, si el bloqueo no se libera, los órganos afectados se inflaman, se debilitan y más adelante, acaba originando en ellos un funcionamiento anómalo, esto es, la enfermedad. Por otro lado, las células que directamente forman/sostienen el bloqueo energético, poco a poco ganan en tamaño y fuerza hasta el punto de alterar su ADN, hecho que fácilmente, puede derivar en tumores, miomas, quistes, etc.
Llegado este punto, a modo de sistema alternativo para liberar la energía estancada, el cuerpo físico empieza a abrir pequeñas fisuras energéticas en la zona donde ha aparecido el bloqueo y, a través de estas fisuras, permite pequeñas fugas de energía para no alimentar todavía más a las células que forman bloqueo con lo que, si bien en un primer momento el cuerpo logra compensarse más o menos y contener el avance de las células que forman el bloqueo, a la postre, debido a este estado de permanente debilidad y fuga energética, el órgano puede llegar a desarrollar patologías mucho más graves.
En cualquier caso, cuando ya llegamos a la situación de fugas energéticas antiguas y sostenidas, nos encontramos con que permanentemente hay partes del cuerpo físico que siempre reciben menos energía y se debilitan. Y las fichas del dominó, recordemos que en nuestro cuerpo todo está interrelacionado, empiezan a caer una tras otra.
Para empezar, la parte más afectada suele ser el sistema nervioso, y un sistema nervioso debilitado provoca que la persona viva los impactos emocionales (angustia, ansiedad, etc.) de manera amplificada (hasta tres veces más de lo que sería normal) y aquí ya entramos en el terreno de los trastornos emocionales y, tal como ya comenté anteriormente, al no poder procesar esos impactos -ahora amplificados-, la persona reinicia y retroalimenta el ciclo de generación de nuevos bloqueos.
Bloqueos energéticos típicos
Cuando una persona se encuentra en esta situación de bloqueo energético generalizado, efectivamente, puede ver afectadas muchas y muy diversas áreas de su fisiología y de su vida no obstante, existen unos patrones de comportamiento disfuncional que suelen aparecer casi siempre. En el presente artículo, a modo de ejemplo, me centraré en uno de ellos.
Holograma de personalidad
Un patrón disfuncional con el que es habitual encontrarnos es el que se produce debido a bloqueos energéticos vinculados con nuestro entorno afectivo más inmediato. Solemos formarlo durante la adolescencia, la infancia o incluso en el vientre uterino (del mismo modo que la madre alimenta al bebé durante el embarazo, también lo nutre de emociones). A este patrón disfuncional lo llamamos holograma de personalidad y su consecuencia más directa en la vida del sujeto es que éste último se aleja de quién es realmente y se muestra al mundo a través de una coraza de protección que, lejos de solucionar su problema, acaba inoculándole miedo, inseguridad y baja autoestima.
La persona al sentirse vulnerable, rechazada, o poco sostenida afectivamente por el entorno, acaba por crear corazas como mecanismo de protección y, a partir de ese momento, ya siempre se muestra diferente de cómo es en realidad ante los demás; está buscando ser de su agrado y obtener su aprobación.
Cuando este Holograma de Personalidad se densifica y se mantiene en el tiempo acaba por crear trastornos físicos y emocionales; los denominados bloqueos de raíz.
Liberar las Emociones Negativas
La única manera de evitar los bloqueos energéticos (no sólo los descritos anteriormente, los de raíz, sino todos ellos) siempre pasa por aprender a liberar los impactos emocionales negativos en el momento en el que se producen usando cualesquiera estrategias que tengamos a mano: llorar, gritar, decirle a la otra persona cómo nos ha hecho sentir o expresar nuestros sentimientos con alguien de confianza. Esta liberación debe realizarse cuanto antes, puesto que los bloqueos energéticos empiezan a formarse unas cuatro horas después de haber recibido el impacto emocional.
En realidad, puesto que no siempre nos ha sido posible liberar las emociones negativas, la mayoría de nosotros solemos estar bloqueados en mayor o menor medida, es casi connatural al hecho de vivir y desarrollarse en sociedad sin embargo, hay algunos síntomas que pueden indicarnos claramente que algo hay en nosotros que va más allá de lo “normal” y que debemos atenderlo con urgencia: insomnio, pensamientos negativos, echar siempre la culpa a los demás, encontrarse mal sin motivo aparente, sentirnos habitualmente tristes, experimentar miedo e inseguridad irracional, etc.
El método Keymac
No olvidemos no obstante, que esta visión de la enfermedad –verla como consecuencia de un bloqueo energético– también tiene implicaciones en el otro sentido, es decir, cuando enfocamos al revés la relación entre bloqueo y enfermedad nos encontramos con que en la medida que los bloqueos energéticos desaparezcan del cuerpo, éste último volverá a recuperar su estado de equilibrio natural ya que el cuerpo puede (y sabe) regenerarse.
En este sentido, el método Keymac contempla la persona como un todo en el que cuerpo físico, emocional, mental y energético están relacionados y trabaja directamente en esta línea ascendente que he comentado, es decir, la línea que nos indica que en ausencia de bloqueo, el cuerpo se regenera, las emociones se regeneran, la mente se regenera, etc.
En el método Keymac el diagnóstico dura una hora y los bloqueos energéticos repartidos por el cuerpo se localizan mediante el tacto. Durante este proceso, nuestro cuerpo actúa como un plano de coordenadas en el que las columnas representan la línea del tiempo y así nos permite saber cuándo se originó el impacto emocional y las filas transversales nos dan razón de las circunstancias en qué se produjo (familia, relación sentimental, trabajo…).
El valor añadido del tratamiento Keymac se encuentra en el hecho de que las diversas técnicas naturales (shiatsu, reflexología podal o acupuntura) se aplican según las especificaciones del método Keymac y, en consecuencia, el paciente recibe un tratamiento integral unificado a partir de la combinación de varias técnicas naturales al uso, junto con las aportaciones metodológicas que incorpora el propio Keymac ya que, en última instancia, es la reeducación de la persona (para ayudarla a que aprenda a gestionar las emociones) la única manera de lograr que el individuo no recaiga y viva a partir de ese momento en plenitud.
Hay una parte del ser que es el espíritu, también es importante considerar
Existe algún curso para aprender este método?