Durante el proceso de separación, más tarde o más temprano la pareja con hijos tendrá que explicar a los niños que han tomado esa decisión. No es una tarea sencilla, te sientes (os sentís) muy fuera de lugar así que, en este artículo, abordaré algunos aspectos a tener en cuenta que muy probablemente puedan ayudarte/os.
Los niños lo captan (y entienden) todo. Y es importante que partáis de esta premisa. Aunque os parezca increíble, y por pequeños que sean, seguramente vuestros hijos ya habrán captado que estáis mal entre vosotros. Los niños siempre interpretan correctamente lo que está pasando cuando oyen las discusiones. Difícilmente se les escapa qué está sucediendo más si cabe, cuando ellos ven claramente que es algo que afecta directamente a sus padres.
Mentirles sólo generará sufrimiento. Por supuesto que la noticia de que os separáis va a ser dura para vuestros hijos. Seguramente no les gustará pero pensad que todavía les hará más daño si les mentís diciéndoles que aquello de “los papás siguen queriéndose igual” porque entonces automáticamente ellos van a pensar: “O sea, que estáis mal y, encima queréis engañarme”. Ellos, como comentaba anteriormente, ya saben que algo no anda bien, pero no saben la magnitud de las consecuencias así que la incertidumbre que pueden producirles vuestras mentiras todavía será peor. No les mintáis.
Vuestros hijos tienen miedo a quedarse solos. Un niño pequeño sólo entiende la unidad padre–madre así que, de entrada teme que vuestra separación implique que los padres se vayan a quedar solos. Llegado este punto, es necesario explicarles que para vosotros, lo más importante es él o ella y que, por supuesto, esto siempre será así. Vuestros hijos deben comprender que, a pesar de la separación, ellos continuarán teniendo un padre y una madre y que podrá estar con ambos, aunque vosotros hayáis decidido no vivir juntos a partir de ahora.
Debéis adaptar vuestro mensaje al nivel que entiende un niño. Y este paso siempre empieza por que vosotros os planteéis qué pueden entender un niño. Deben ser ideas sencillas que ellos puedan manejar, explicados a través de conceptos que ellos ya entiendan. Los más pequeños, por ejemplo, entenderán la comparación de que los padres han dejado de quererse como novios pero que continuarán siendo amigos así que si se os ocurra, por también poner un ejemplo de lo contrario, soltarles una explicación al estilo de: estamos pasando por una etapa de nuestra vida en la cada uno de nosotros desea cosas distintas… Craso error.
Nunca entréis en los motivos de la ruptura. Es un grave error mezclar los motivos de la separación, los actos, tensiones, ampoco hay que contar las jugarretas que ha habido dentro de la pareja, con la relación con vuestros hijos. Nunca olvidéis que los hijos quieren a los dos por igual así que nunca entenderán los motivos sino que se sentirán profundamente presionados ya que les parecerá que (y cada uno de vosotros por separado) con vuestros argumentos secretamente deseáis que tomen partido y decidan.
Evitad sobremanera las discusiones entre vosotros. No hay nada menos recomendable que vuestro hijos presencien discusiones que muy habitualmente suelen haber antes, durante y después de vuestra separación. Evitádselo.
Recordad también que las “críticas” son todavía peores. Pensad que las críticas, todavía van un paso más allá que los argumentos de los que hablábamos antes así que, tened en cuenta que cada vez que le habléis a vuestro hijo criticando a vuestra expareja (que para él/ella es su padre o su madre… y eso siempre se os olvida), vuestro hijo/a lo único que va a sentir es que le estáis pidiendo, ahora ya directamente, que tome partido. Lo único que conseguiréis es que vuestro hijo/a se cierre emocionalmente y, tarde o temprano, su respuesta hacia vosotros siempre será en forma de rencor.
Finalmente, cumplid con todo aquello que hayáis prometido. Lo ideal es que seáis tremendamente coherentes con lo que le habéis explicado a vuestro/a/s hijo/a/s. Por ejemplo, si le habéis dicho que continuáis siendo amigos, sedlo. Es igual cómo se lo hayáis planteado, puede ser más o menos duro pero, vuestros hijos/as siempre deben tener la certeza (y notar, recordad sino el primero de los puntos) que, si bien vuestra relación es distinta, sí se respira entendimiento entre vosotros… Sobretodo en todo aquello relativo a los temas relacionados con ellos.